viernes, 16 de enero de 2015

Escuchando Nuestro Subconsciente

A lo largo o corto de mi permanencia en este mundó físico, en algunas o tal vez muchas oportunidades me pregunté ¿Cómo es la voz de mi Niño Interior o Subconsciente? ¿Cómo escucho o siento esa voz? ¿Cómo se puede diferenciar de la voz del Ego?
Cuando hacía estas preguntas a mis amog@s, no recibí una respuesta que me dejara complacido o satisfecho, pues ninguna respuesta era basada en su experiencia personal sino basada en libros leídos por ell@s.
Fue así que me incliné más a buscar la respuesta por otros medios (leyendo libros principalmente). Un buen día, escuché a dos amigos hablando de un tema relacionado con sus deseos, entonces ellos me miraron de forma interrogativa esperando que yo dijera algo, a lo que le respondi: "Por que no escribes lo que deseas y lo lees todos los días, al levantarte, al acostarte y cuando tengas oportunidad en el día las veces que puedas". Uno de ellos me preguntó: ¿Tu lo haces? a lo que respondí: "No", y entonces de dónde sacaste tu eso? y me quedé callado, pués realmente no sabía o no recordaba de dónde yo había sacado eso. Otro día, mientras trataba de armar unos audífonos, agarré una gran rabieta por no poder lograrlo, mi hijo de 7 años que estaba cerca, me dijo: "Papá si te calmas verás mas claro lo que debes hacer, eso es lo que tu siempre me dices", y se alejó.
A todas estas basándome en estas dos experiencias y sumando otras que he vivido, he llegado a la conclusión que nuestro Subconciente (Niño Interior, Yo Superior o como se quiera llamar) no tiene voz y al mismo tiempo tiene miles, pues él se te manifiesta de la forma más apropiada de acuerdo a tus creencias, algunas veces se te manifiesta con tu propia voz, la voz de tu hijo o la de alguien cercano a ti, pero mayormente con tu propia voz, solo tienes que prestarte atención cuando, recomiendas algo a algo a alguien o cuando das un consejo a otra persona, porque la mayoría de los consejos y recomendaciones que dices a los demás es tu yo interior (Subconsciente) que te está hablando a ti mismo, porque la otra persona está ante ti para hacerte ver, sentir, escuchar, decir lo que te conviene a tí mismo, pero a veces no lo notamos porque estamos sumergidos en el ruido que nos causan nuestos propios pensamientos.

Hasta otro día.